En este icono de la crucifixión, que representa una de las doce fiestas del año litúrgico, tenemos: un cielo de oro para significar que la luz es de otra naturaleza que la luz visible del sol y de la luna representados a ambos lados de la cruz. El tiempo es intemporal, es espacio más allá de lo creado, la cruz traspasa el espacio-tiempo y nos eleva. Cristo no bendice ningún sufrimiento mórbido sino que el cuerpo, pegado a la madera, parece el de un recién nacido de piel nacarada. Para recalcar que esta muerte no es inútil, un ángel recoge, con un cáliz, la sangre y el agua que manan de la Fuente. El nuevo Adán sella la Nueva Alianza de Dios con Su creación. El primer Adán es representado bajo forma de un cráneo sobre una cruz horizontal de huesos al pie de la cruz erguida. El hombre antiguo sirve de zócalo al Hombre Nuevo. María, madre de la humanidad de Jesús, matriz de Dios, se tiene de pie con el bienamado apóstol Juan con la expresión de los sufrimientos e un parto. Al fondo, la Jerusalén celeste, elevada con respecto a la tierra verde, expresa la promesa de los bienes venideros. No hay en esta crucifixión ninguna dramatización, sino la eclosión hacia una nueva Vida.
Elder Ephraim of Arizona's Testimony Concerning the Marble King John
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ΣΥΓΚΛΟΝΙΣΤΙΚΗ ΜΑΡΤΥΡΙΑ ΤΟΥ ΓΕΡΟΝΤΟΣ ΕΦΡΑΙΜ ΑΜΕΡΙΚΗΣ, ΓΙΑ ΤΟΝ ΜΑΡΜΑΡΩΜΕΝΟ
ΒΑΣΙΛΙΑ ΙΩΑΝΝΗ!
" ...Υπάρχει κοιμώμενος Στρατηγός ονόματι Ιωάννης, ο οποίος,...
Hace 5 años
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